lunes, 26 de octubre de 2015

Pedro Garfias - Asturias

Asturias si yo pudiera...
si yo supiera cantarte...
Asturias verde de montes
y negra de minerales.
Yo soy un hombre del Sur
polvo, sol, fatiga y hambre
hambre de paz y horizontes...
¡Hambre!

Bajo la piel resecada
ríos sólidos de sangre
y el corazón axfixiado
sin venas para aliviarte.
Los ojos ciegos, los ojos
ciegos de tanto mirarte,
sin verte, Asturias del alma
hija de mi misma madre.

Dos veces, dos, has tenido
ocasión para jugarte
la vida en una partida,
y las dos te la jugaste.

¿Quién derribará ese árbol
de Asturias, ya sin ramaje,
desnudo, seco, clavado
con su raíz entrañable
que corre por toda España
crispándonos de coraje?

Mirad, obreros del mundo
su silueta recortarse,
contra ese cielo impasible,
vertical, inquebrantable,
firme sobre roca firme,
herida viva de su carne.

Millones de puños gritan
su cólera por los aires,
millones de corazones
golpean contra sus cárceles.
Prepara tu salto último
lívida muerte cobarde,
prepara tu último salto
que Asturias está aguardándote
sola en mitad de la Tierra,
hija de mi misma madre.