No início,
eu queria um instante.
A flor.
Depois,
nem a eternidade me bastava.
E desejava a vertigem
do incêndio partilhado.
O fruto.
Agora,
quero apenas
o que havia antes de haver vida.
A semente.
miércoles, 25 de marzo de 2020
miércoles, 18 de marzo de 2020
Frédéric Soutras - Viejo bastón de acebo
Por un joven pastor fuiste talado
en un desfiladero en el que el vértigo
sobrevuela la cumbre más altiva,
donde la espuma en copos cabriolea.
Creciste tan robusto entre las piedras,
vástago del esqueje más viril,
viejo bastón de acebo.
[...]
¡Silbido de la sangre en mi cabeza!
¡Cobarde flaquear de mis rodillas!
Cuántas veces, en plena tempestad,
sólido y fuerte fuiste, como acero,
y diste apoyo a mis pies en la cresta;
también en las laderas del glaciar,
viejo bastón de acebo.
[...]
Al final, con el hielo en las arrugas,
cuando me llegue el tiempo de agostar,
evocaremos las glorias pasadas,
compañero de tantas odiseas.
Y al calor del que fue nuestro refugio
te diré: recordemos camarada,
viejo bastón de acebo.
en un desfiladero en el que el vértigo
sobrevuela la cumbre más altiva,
donde la espuma en copos cabriolea.
Creciste tan robusto entre las piedras,
vástago del esqueje más viril,
viejo bastón de acebo.
[...]
¡Silbido de la sangre en mi cabeza!
¡Cobarde flaquear de mis rodillas!
Cuántas veces, en plena tempestad,
sólido y fuerte fuiste, como acero,
y diste apoyo a mis pies en la cresta;
también en las laderas del glaciar,
viejo bastón de acebo.
[...]
Al final, con el hielo en las arrugas,
cuando me llegue el tiempo de agostar,
evocaremos las glorias pasadas,
compañero de tantas odiseas.
Y al calor del que fue nuestro refugio
te diré: recordemos camarada,
viejo bastón de acebo.
miércoles, 11 de marzo de 2020
Gloria Fuertes - Lamento en la montaña
Aún te veo, río de mi vida,
con los ojos que miran las montañas.
Yo era una montaña con almendros
montaña solitaria.
Y viniste alegre con tu canto
y me besaste toda con tu agua.
Me dejaste inquietud para la noche
y el alma enamorada.
Aún te veo, río de mi vida,
en la curva lejana,
te vas cantando más entre los chopos,
te vas cantando más que en tu llegada.
Y yo,
paralítica montaña;
inmóvil te recuerdo,
enferma de volcanes, alocada,
espero tu regreso, río loco,
que pasaste besando
mi cuerpo de montaña.
Tuviste que seguir tu destino de río,
y yo el mío triste de tierra amontonada.
Me dice el viento que vas al mar,
Te sigo río mío, con los ojos,
Te sigo río mío con los ojos,
ya que no puedo seguirte con las plantas.
Soñé... te quedarías a mi lado,
como un lago sin cisnes,
para siempre,
acunando mi ansia.
¡Qué locura más loca
enamorarse de un río una montaña!
con los ojos que miran las montañas.
Yo era una montaña con almendros
montaña solitaria.
Y viniste alegre con tu canto
y me besaste toda con tu agua.
Me dejaste inquietud para la noche
y el alma enamorada.
Aún te veo, río de mi vida,
en la curva lejana,
te vas cantando más entre los chopos,
te vas cantando más que en tu llegada.
Y yo,
paralítica montaña;
inmóvil te recuerdo,
enferma de volcanes, alocada,
espero tu regreso, río loco,
que pasaste besando
mi cuerpo de montaña.
Tuviste que seguir tu destino de río,
y yo el mío triste de tierra amontonada.
Me dice el viento que vas al mar,
Te sigo río mío, con los ojos,
Te sigo río mío con los ojos,
ya que no puedo seguirte con las plantas.
Soñé... te quedarías a mi lado,
como un lago sin cisnes,
para siempre,
acunando mi ansia.
¡Qué locura más loca
enamorarse de un río una montaña!
martes, 10 de marzo de 2020
Sílvia Pérez Cruz - Verde
Reina de la morería,
No estes triste como el tigre.
Pon sonrisa de planeta,
Que serán tus mañanitas.
Guapa, princesa y coqueta,
Corona de margaritas.
Verde,
Verde esperanza
El trigo verde,
Verde bonanza.
Verde
El cocodrilo,
El monte verde
Ciudad esmeralda,
Verde que te quiero verde.
Verde desesperanza,
Verde rebelde
Verde añoranza.
Verde,
El chile verde,
Gente que duele
Verde que pierde,
Verde que te quise verde
Verde como la tortuga y tus ojos
Verde como la serpiente y el musgo
Como un cucurucho de menta y
Palmeras de un oso perezoso.
Guapa tiene que ser,
La que de verde, verde, verde se puede poner.
Guapa tuvo que ser,
La que de verde, verde, verde se pudo poner
Guapa tuvo que ser,
La que de verde, verde, verde se pudo poner
Tanta culpa que no es mía.
Tú la tuya y yo la mía
Cambio gusto, rumbo y rima
Mi mamá ya no me mima
Cambio cromo, culpa y pena
Sin pecado concebida.
Reina de la morería
Reina de la morería
Reina de la morería.
No estes triste como el tigre.
Pon sonrisa de planeta,
Que serán tus mañanitas.
Guapa, princesa y coqueta,
Corona de margaritas.
Verde,
Verde esperanza
El trigo verde,
Verde bonanza.
Verde
El cocodrilo,
El monte verde
Ciudad esmeralda,
Verde que te quiero verde.
Verde desesperanza,
Verde rebelde
Verde añoranza.
Verde,
El chile verde,
Gente que duele
Verde que pierde,
Verde que te quise verde
Verde como la tortuga y tus ojos
Verde como la serpiente y el musgo
Como un cucurucho de menta y
Palmeras de un oso perezoso.
Guapa tiene que ser,
La que de verde, verde, verde se puede poner.
Guapa tuvo que ser,
La que de verde, verde, verde se pudo poner
Guapa tuvo que ser,
La que de verde, verde, verde se pudo poner
Tanta culpa que no es mía.
Tú la tuya y yo la mía
Cambio gusto, rumbo y rima
Mi mamá ya no me mima
Cambio cromo, culpa y pena
Sin pecado concebida.
Reina de la morería
Reina de la morería
Reina de la morería.
Cesare Pavese - Lavorare stanca
Traversare una strada per scappare di casa
lo fa solo un ragazzo, ma quest’uomo che gira
tutto il giorno le strade, non è più un ragazzo
e non scappa di casa.
Ci sono d’estate
pomeriggi che fino le piazze son vuote, distese
sotto il sole che sta per calare, e quest’uomo, che giunge
per un viale d’inutili piante, si ferma.
Val la pena esser solo, per essere sempre più solo?
Solamente girarle, le piazze e le strade
sono vuote. Bisogna fermare una donna
e parlarle e deciderla a vivere insieme.
Altrimenti, uno parla da solo. È per questo che a volte
c’è lo sbronzo notturno che attacca discorsi
e racconta i progetti di tutta la vita.
Non è certo attendendo nella piazza deserta
che s’incontra qualcuno, ma chi gira le strade
si sofferma ogni tanto. Se fossero in due,
anche andando per strada, la casa sarebbe
dove c’è quella donna e varrebbe la pena.
Nella notte la piazza ritorna deserta
e quest’uomo, che passa, non vede le case
tra le inutili luci, non leva più gli occhi:
sente solo il selciato, che han fatto altri uomini
dalle mani indurite, come sono le sue.
Non è giusto restare sulla piazza deserta.
Ci sarà certamente quella donna per strada
che, pregata, vorrebbe dar mano alla casa.
lo fa solo un ragazzo, ma quest’uomo che gira
tutto il giorno le strade, non è più un ragazzo
e non scappa di casa.
Ci sono d’estate
pomeriggi che fino le piazze son vuote, distese
sotto il sole che sta per calare, e quest’uomo, che giunge
per un viale d’inutili piante, si ferma.
Val la pena esser solo, per essere sempre più solo?
Solamente girarle, le piazze e le strade
sono vuote. Bisogna fermare una donna
e parlarle e deciderla a vivere insieme.
Altrimenti, uno parla da solo. È per questo che a volte
c’è lo sbronzo notturno che attacca discorsi
e racconta i progetti di tutta la vita.
Non è certo attendendo nella piazza deserta
che s’incontra qualcuno, ma chi gira le strade
si sofferma ogni tanto. Se fossero in due,
anche andando per strada, la casa sarebbe
dove c’è quella donna e varrebbe la pena.
Nella notte la piazza ritorna deserta
e quest’uomo, che passa, non vede le case
tra le inutili luci, non leva più gli occhi:
sente solo il selciato, che han fatto altri uomini
dalle mani indurite, come sono le sue.
Non è giusto restare sulla piazza deserta.
Ci sarà certamente quella donna per strada
che, pregata, vorrebbe dar mano alla casa.
Carlos Drummond de Andrade - Mãos dadas
Não serei o poeta de um mundo caduco.
Também não cantarei o mundo futuro.
Estou preso à vida e olho meus companheiros.
Estão taciturnos mas nutrem grandes esperanças.
Entre eles, considero a enorme realidade.
O presente é tão grande, não nos afastemos.
Não nos afastemos muito, vamos de mãos dadas.
Não serei o cantor de uma mulher, de uma história,
não direi os suspiros ao anoitecer, a paisagem vista da janela,
não distribuirei entorpecentes ou cartas de suicida,
não fugirei para as ilhas nem serei raptado por serafins.
O tempo é a minha matéria, do tempo presente, os homens presentes,
a vida presente.
Também não cantarei o mundo futuro.
Estou preso à vida e olho meus companheiros.
Estão taciturnos mas nutrem grandes esperanças.
Entre eles, considero a enorme realidade.
O presente é tão grande, não nos afastemos.
Não nos afastemos muito, vamos de mãos dadas.
Não serei o cantor de uma mulher, de uma história,
não direi os suspiros ao anoitecer, a paisagem vista da janela,
não distribuirei entorpecentes ou cartas de suicida,
não fugirei para as ilhas nem serei raptado por serafins.
O tempo é a minha matéria, do tempo presente, os homens presentes,
a vida presente.
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