miércoles, 18 de marzo de 2020

Frédéric Soutras - Viejo bastón de acebo

Por un joven pastor fuiste talado
en un desfiladero en el que el vértigo
sobrevuela la cumbre más altiva,
donde la espuma en copos cabriolea.
Creciste tan robusto entre las piedras,
vástago del esqueje más viril,
viejo bastón de acebo.


[...]

¡Silbido de la sangre en mi cabeza!
¡Cobarde flaquear de mis rodillas!
Cuántas veces, en plena tempestad,
sólido y fuerte fuiste, como acero,
y diste apoyo a mis pies en la cresta;
también en las laderas del glaciar,
viejo bastón de acebo.


[...]

Al final, con el hielo en las arrugas,
cuando me llegue el tiempo de agostar,
evocaremos las glorias pasadas,
compañero de tantas odiseas.
Y al calor del que fue nuestro refugio
te diré: recordemos camarada,
viejo bastón de acebo.