domingo, 5 de mayo de 2019

Salva Soler - Rotas

Todo se rompió tras un golpe. Tan certero.
Pero me mantuve firme en forma.
Como se mantienen los pedazos de un espejo
esperando a que uno solo caiga
para desplomarse entero.
Me mantuve resquebrajado
permitiendo, incluso,
que otros se reflejaran en mi ejemplo.

Y ahora
que apareces de imprevisto,
resquebrajados ya
mi casa, mi entorno,
mis antes, mi base,
mi bolsillo, mi ropa...
Ahora
que amenazas, incluso,
con importarme:
Me escondo las mangas del jersey
para que no veas que están rotas.
Me escondo las suelas
para que no veas que están rotas.
Me escondo el orgullo
para que no veas que está roto.
Me escondo la ilusión
para que no veas que está rota.

Y me escondo la necesidad
para que no veas
que está intacta.

Y me repelo
al preferir seguir viendo mi cara
reflejada entre mil grietas
a arriesgarme a sentir
tus manos tan cercanas,
que pudieran,
en una caricia,
en un entrelazo
o en una despedida,
darme el último golpe,
el tan certero,
que derrumbara
mi telaraña de pedazos,
contra el suelo.